miércoles, 17 de marzo de 2010



Me acerco a ti
y tus brazos han rodeado mi cuello
me has besado los labios
y mi voz ha callado en ese beso.

Tu ropa ocupa mis pies
y la mía tu silencio,
mientras acaricias mi pecho
los labios saborean tu anhelo.

Juntos los dos nos fundimos
en un solo movimiento
y dejamos escapar el aliento retenido
mientras de los poros emana
una gota y otra de tiempo.

Estamos unidos de instantes,
cruzando nuestros propios cuerpos,
fluyendo del uno al otro
semillas de amor entero.

Tus pechos acarician mis labios
y mi sabor es ya sólo el de tu cuerpo,
mis manos conocen tu espalda
el cuerpo me tiembla por el cimbreo
de tus colosales hombros
engañando mi pecho quedo.

Cierras los ojos y ya no miras
pero tu sonrisa me dice
que no se acabará el momento,
que debemos seguir sentados
el uno en el otro, juntos,
los dos en el infinito tiempo.

Has mordido mi lengua seca,
he agarrado tu sonrisa
para recoger su sabor en mis labios
desde tu otra boca ardiendo.


Me acercas a ti como nunca
y te meces en mi cuerpo,
haciéndote dueña del instante,
ordenando en mi deseo,
hasta que del manantial oscuro
fluye su agua en tus senos
y recorre con su tibieza mansa
el color de tu postrer beso.

Nos hemos amado despacio
y se nos ha olvidado el tiempo
mientras acariciaba tu cuerpo...